Como dice la frase latina del Evangelio: "A fructibus cognoscitur arbor" es decir; "por sus frutos los conocerán", ya todos los niños de las distintas etapas del Catecismo Sabatino y de entre semana, según cada comunidad ha visto necesario; participarán hoy con los seminaristas quienes les harán su debido examen de final de curso, con él el niño verá sumados sus esfuerzos y fatigas ó tendrá que cargar con la pesada loza de volver a repasar todo lo aprendido en un año, en exámenes posteriores en fechas muy cortas por desgracia.
Siempre como en todos los lugares de nuestro querido México todo lo dejamos para después, y cuando la ola nos ha llegado hasta el cuello deseamos salir volando, esta será la motivación a todos los niños de nuestra Comunidad Parroquial a no dormirse en sus laureles y preparar con ahínco sus exámenes y trabajos, para que no los dejen como siempre hasta el final. Por eso la frase que utilice al principio "por nuestros frutos nos conocerán", que la gente nos conozcan por el bien que hacemos y no por el mal que buscamos dejando a un lado lo bueno...
Bueno, eso pienso yo. Pero los niños ahora tienen otras aficiones y gustos, ya no hay el ardor y el deseo de consagrasar su vida, palabra y pensamientos al Señor, esta será nuestra labor de ahora en adelante, motivar, convencer, animar, convertir y comprometer a todos nuestros niños en el conocimiento íntimo de Cristo, de Nuestro Padre Dios con el Espíritu Santo y de la Iglesia, entre otras cosas importantes que tiene nuestra fe.
Papás, si ven a sus niños apurados leyendo o queriendo aprender 10 min. antes del examen de las páginas del Catecismo o de los recuerdas que aparecen en el mismo catecismo, platiquen con sus hijos y díganles la urgencia de formarnos para la vida y no para un examen. El examen nos reprobara con una nota, pero la vida me parece que su forma de castigarnos no solamente será un número en una hoja sino en nuestro ser mas profundo de humanos y cristianos, en una sociedad cada vez mas alejada del amor de Dios o que ya no tiene temor de Dios ni amor a sus hermanos como la vemos ahora.
¿Cómo ves esto? ¿Quieres que tu niño pase de panzazo? ¿Y sea reprobado en el camino de la vida sin una fe auténtica? La decisión está en tus manos.
Cultivemos el valor del estudio del Catecismo y de las oraciones a nuestros niños de modo que el aprendizaje que se vive y enseña en el ambiente familiar, en compañía de la familia que se reúne a orar a menudo en la mesa antes de comer o que le da gracias por todas las cosas buenas o malas, sin amargarse y encontrando la llamada de Dios contagiando a todos los de la casa.
Muchas gracias
Pastoral Profética
Catequesis Parroquial
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Pastoral Profética
Catequesis Parroquial
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